PymeProject te invita a leer una noticia, que puede servir a muchos emprendedores con buenas ideas y ganas de surgir. Se trata de un nuevo sistema colectivo de financiamiento llamado Crowdfunding para startups.
Crowdfunding despega en Chile, mientras en el mundo mueve US$ 2.700 millones
Hay más de 450 plataformas en el planeta. En Chile ya funcionan Idea.me, Inittia o Broota.
Un nuevo sistema de financiamiento colectivo para proyectos y emprendimientos está recién dando sus primeros pasos en Chile, aunque en el mundo está creciendo y se está masificando con fuerza.
Es
el fenómeno del crowdfunding, modalidad que permite, a través de
Internet, recibir recursos para diversos proyectos. Por ejemplo, la
serie juvenil de televisión
estadounidense, Verónica Mars, recaudó en
tan sólo 12 horas U$ 2 millones para producir su versión en el cine,
mientras que Arden Reed, emprendimiento de confección de ropa a la
medida para hombres, apoyado por Start-Up Chile de Corfo, logró juntar
hasta cinco veces más de lo que necesitaba para consolidar su
emprendimiento.
Es la nueva forma que están teniendo los
emprendedores para financiar su proyecto en poco tiempo y sin tanta
burocracia. De hecho, según los datos de un estudio de la consultora
Massolution, este sistema cuenta con más de 450 plataformas a nivel
mundial, y movió en 2012 US$ 2.700 millones en más de un millón de
iniciativas ligadas en su mayoría a proyectos sociales, seguidas por
negocios, emprendimientos y actividades culturales como películas,
teatro o música. La cifra creció 81% respecto a lo que esta industria
movió en 2011, y se espera que este año genere fondos por más de
US$
5.000 millones.
La mayor parte de la torta se la llevan por
lejos Estados Unidos (cuya plataforma estrella es Kickstarter), y
Europa, con el 95% de los fondos. De hecho, han surgido plataformas de
nicho como Urbankit, enfocada en mejorar los barrios, o la española
Kifund, para financiar iniciativas audiovisuales.
No existe un
solo tipo de crowdfunding, sino cuatro modalidades: donaciones,
recompensa (el que aporta recibe algo a cambio. Por ejemplo, un cantante
regala una copia de su disco a quien le aporte con recursos) o
préstamos (como el caso de Cumplo en Chile, que actúa como intermediario
para obtener crédito de personas o empresas). Son estos tres los más
populares, mientras que el cuarto tipo , inversión (tener una
participación en el proyecto), es el menos utilizado. El modelo general
del negocio es simple: la gran mayoría de las plataformas cobra una
comisión por el monto recaudado.
Latinoamérica apenas aparece
en el análisis, sin embargo en la región y en Chile, ya están
funcionando las primeras plataforma -como Idea.me-, y poco a poco los
proyectos se están atreviendo a postular.
“El crowdfunding
tiene un tremendo potencial para complementar y enriquecer los modelos
tradicionales, como el crédito, los inversionistas ángeles y el Venture
Capital. En Chile, el 68% de los emprendedores ha financiado sus
proyectos con dinero propio, por lo que hay una asimetría de
oportunidades enorme. El crowdfunding, como todos los instrumentos de
financiamiento basados en la innovación, mitiga esa problemática”,
comenta la directora de Estudios de la Asociación de Emprendedores
(Asech), Constanza Anguita. Sebastián Vidal, subdirector ejecutivo de
Start-Up Chile, en tanto, aclara que estas plataformas sirven no sólo
para levantar capital, sino también como herramienta de marketing y
validación en el mercado. “En Chile el mercado explotará cuando algún
inversionista conocido o rostro importante invierta en algún proyecto de
estos sitios”, dice. Anguita, en tanto, ve necesario una “política
pública” que la legitime.
Experiencia local
Una de las plataformas pioneras en Chile es Idea.me, que cubre gran
parte de Latinoamérica. Cristian Martínez, gerente general, indica que
desde 2011 han logrado recaudar más de US$ 1 millón en casi 200
proyectos. En cuanto a la tasa de éxito de aquellos que logran recaudar
la totalidad de los recursos necesitados llega al 55% en la región, y a
un 34% en Chile. “Estamos en una etapa donde pocas personas conocen su
existencia, por lo que debemos acelerar el proceso para también ganar la
confianza de la gente”, indica.
Otro caso es Inittia. Su
creadora, Fernanda Vicente, señala que el despegue ha sido lento, ya que
al tener un modelo en base a recompensa, despierta un menor interés.
“Pero también la calidad de los proyectos tiene que ser mejor”, dice.
También está Broota, plataforma que conectará las iniciativas con micro
inversionistas de menor escala, quienes además tendrán una
participación en las iniciativas apoyadas.
Casos de éxito en proyectos chilenos
Los
emprendedores chilenos están recurriendo al crowdfunding como manera de
financiar total o parcialmente sus proyectos y algunos casos han sido
exitosos.
Un ejemplo es el "Bus ConCiencia", proyecto de impacto
social y ciencia perteneciente a Fundación Ciencia & Vida y
Fundación Ecosciense (ligado a Eduardo Ergas), que tenía por objetivo
reunir fondos para un laboratorio móvil que llevará talleres de
experimentos a las escuelas vulnerables rurales de Chile. Este proyecto
recaudó a través de Idea.me, la plataforma de crowdfunding para
proyectos latinoamericanos, unos $ 4 millones, un 8% más de la meta.
Otro
caso de éxito es TOHL, empresa especializada en instalación de tuberías
móviles en zonas extremas, que está apoyada por Start-Up Chile de Corfo
y que a través de la plataforma KickStarter recaudó US$ 30 mil
provenientes de 127 inversionistas para concretar este proyecto que
utiliza un método aéreo en el Cajón del Maipo.
Noticia del 22 de abril del DIARIO FINANCIERO.
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